UNA ENTRADA SIN NOMBRE

Hola mis pequeños algodones de azúcar!!!! No tengo nada nuevo que contar, bueno, en realidad podría contaros mil paridas, lo que quiero decir es que hoy me siento a escribir el blog sin tener ni idea de lo que voy a decir. No hay ningún motivo por el que justo hoy haya decidido crear una entrada nueva. Bueno, quizás el motivo es que me aburro. Bueno, no, hay otro motivo: ¿os acordáis del diario súper secreto que quería escribir? pues solo escribí una página jaja. Algo tenéis que saber de mi personalidad: no soy una persona muy constante. Un día me da por una cosa, otro día me da por otra. Un día me dio por aprender piano, a los dos años me dio por la guitarra y no volví a tocar una tecla. Un día me dio por el "estilo hippie" y me compré un montón de ropa. A los dos días me di cuenta de que los estilos eran una chorrada y dejé de prestar atención a lo que me compraba. Un día decidí que quería una cosa, al día siguiente otra. Conclusión: no sé lo que quiero. Y no sé ni tocar el piano, ni la guitarra. Y no tengo ningún estilo determinado. Soy un lío, y siempre lo seré hasta que encuentre lo que verdaderamente estoy buscando.
Todo esto viene al caso de que un día me da por los diarios secretos y otro día me da por los blogs, así que, que no os sorprenda si de vez en cuando caen amenazas de que el blog se cierra. Lo que si es cierto es que quiero crear uno nuevo, porque éste ya tiene 3 años y es bastante rudimentario, no tiene tantas pijadas como los nuevos blogs. Además este año que me gradúo va a empezar una nueva etapa en mi vida, una etapa que no tendrá nada que ver con las chorradas de la uni, y por lo tanto creo que se merece un espacio nuevo. Estoy barajando un montón de títulos para mi nuevo blog y no sé por cuál decidirme. Como os he dicho, un día me gusta uno y al día siguiente otro.

Otra cosa que he descubierto recientemente de mi personalidad es mi facilidad para largarme sin despedirme jajaja. Os juro que no lo hago aposta, es en plan que se me olvida. Soy un poco malqueda, pero en el fondo me hace gracia que las noches terminen con un "¿dónde está Carol?" jajaja.

Os voy a contar mi última "carolinada", solo por matar el tiempo: el otro día, martes para ser más exactos, buscaba un lugar de aparcamiento. Estaba justo enfrente de mi casa e iba por un camino muy estrecho. Por algún tipo de problema espacio-visual que tengo, pensé que pasaría sin problemas, pero no: me choqué con un coche aparcado. Esto no es nada nuevo, pero lo especial de este caso en concreto es que la rueda de mi coche se quedó enganchada al otro vehículo (no me lo explico...). El asunto es que por más que intentara echar marcha atrás, el coche estaba literalmente incrustado en el otro. Yo ya me estaba poniendo súper nerviosa porque encima el coche seguro que sería de algún vecino, y con lo cotillas que son ya me estaba imaginando a todo el edificio mirando por las ventanas, algunos riéndose, otros cagándose en mis muertos. El caso es que los obreros que están haciendo no sé qué en mi portal se apiadaron y vinieron a mi rescate. Antes de que a mí me diera tiempo a articular palabra, los tíos ya estaban levantando el coche y moviéndolo para desatascarlo...conmigo dentro!!!!! osea, yo les decía que me iba a bajar porque obviamente el coche pesaría menos y además me sentía como la Reina de Saba mientras los obreros sudaban la gota gorda para levantar el coche. Pero es que no me dejaron ni protestar, aparecieron de la nada levantándome en volandas sin que me diera ni tiempo a saber qué estaba pasando. Tras el momento Chitty-chitty-bang-bang, y una vez que mi coche ya estaba separado del otro con el que se había estado apareando, pudimos ver los destrozos causados. El coche-víctima tenía una abolladura y restos de pintura blanca del coche-agresor (mi coche...blanco). Las palabras de la socorrista resonaban en mi cerebro: "la he liado parda...". Pero los rumanos (los obreros eran rumanos) fueron de lo más graciosos. Me dijeron con acento rumano: "no te preocupes, aquí no ha pasado nada..." y yo respondí tipo loca total: "ustedes no han visto nada", y pisé el acelerador desapareciendo de la escena del crimen como si hubiera robado el Banco de España. No me preguntéis qué me impulsó a decir esas palabras y a largarme de ese modo (sin despedirme, para variar). Supongo que fueron los nervios o el sentimiento de culpabilidad...la verdad es que debieron de fliparlo bastante jajajajajaja. Lo peor es que como justo están trabajando en la puerta de mi casa, tuve que encontrármelos cuando quise volver a entrar...y encima el coche-víctima había desaparecido, es decir, que en el espacio de 5 minutos desde que yo había huido, el dueño del coche había bajado...uf!! en realidad mi intención era dejarle una nota en su coche con mi número de teléfono para que el seguro le cubriera los destrozos...pero el tío se largó y dudo mucho que vuelva a reconocer ese coche (no entiendo nada de coches, de marcas ni de nada. Para mí un coche es blanco, azul o negro, pero nunca un Audi A-4, un Seat Toledo o un Mercedes-Benz).

Bueno, como esta historia criminal no me ha dejado en muy buen lugar, el próximo día os contaré la que me pasó ayer...casi me atropellan por intentar salvarle la vida a una ardilla en el párking de la uni...tendríais que haberme visto corriendo como una loca por la carretera en plan Carol-la-defensora-de-los-animales. Desgraciadamente la historia no tiene un final feliz, a mí no me pasó nada, pero desgraciadamente la ardilla ha pasado a mejor vida...pero bueno, ya os contaré con más detalle otro día, ahora me largo. Sin despedirme. Como a mí me gusta jajajaja


(En la foto podéis verme con la guitarra y con pintas extrañas de la época "los estilos son una chorrada")