TELEPHONE
No sé qué me ocurre últimamente que he perdido mi don de "hacerme la loca".
Os explico: yo antes tenía un don. Cuando un cansino/psicópata/depravado o las 3 cosas a la vez intentaba ligar conmigo, mis habilidades me permitían esquivarle y muy sutilmente declinar sus ofertas de salir a cenar o negarme a darles mi número de teléfono con excusas ingeniosas, llenas de color y originalidad. Sabía decir "no" de una manera elegante, sutil, de modo que no se sentían ofendidos, sino felices y valorados.
Sabía cómo llevar la conversación por derroteros insospechados, desviar la atención creando algún tipo de distracción (un truco que siempre funcionaba era empezar a bailar reggaeton like a real bitch).
Eran unos poderes muy útiles.
Pues resulta que he perdido ese don y últimamente voy repartiendo mi número de teléfono a regañadientes al primer mameluco que me lo pide. Y sé que hay mil excusas y triquiñuelas que podría utilizar pero una de dos: o me he vuelto demasiado vaga como para esforzarme en mentir y doy mi número para quitarme el problema (aunque el problema es MUCHO MAYOR al día siguiente, cuando intentas pasar tu resaca lo más humanamente posible y te llaman personas cuya imagen aparece pixelada en tu recuerdo) O BIEN he utilizado todas las excusas tantas veces que ya de tanto repetirme me suenan ridículas y demasiado falsas (estoy pasando por una crisis creativa).
Y es que últimamente siempre que intento escaquearme digo una chorrada tan grande que incluso a veces insulto a la inteligencia de las personas.
EJEMPLO: conocí a un sudafricano cuya excusa para no darle mi número fue: "¿por qué no en vez de intercambiar números tocas la vuvuzela y yo ya si eso cuando lo oiga acudo a tu encuentro??"
Jajajajajaja un poco más y le trato de salvaje por la vida. Lo peor es que al hombre le encanté porque es que me acaparó y no me soltaba ni con agua caliente. Mientras hablaba con él, intentaba que la conversación muriera para poder irme con mi mi amiga, que se lo estaba pasando pipa con unos pivones. Tras muchos intentos, conseguí zafarme lo más educadamente posible y después de 2 minutos (2 MINUTOS POR DIOS) sin hablarle, se me acercó ese hombre hecho y derecho de 38 añazos con una lagrimilla en el ojo llorándome: "Are you upset with me? Why don't you talk to me????"
¬¬
...
Mi respuesta: BE A MAAAAN!!!!!!
También dar un número falso (mi opción favorita) se está volviendo muy difícil, puesto que los chicos ya se conocen ese truco y siempre te avisan de que te van a hacer una perdida en ese mismo minuto, mientras sostienes el móvil en tu mano como una idiota.
Y mucho me temo que "el truco del destino" se está volviendo demasiado internacional y muchos chicos se lo conocen ya o, por lo menos, sospechan que algo no cuadra.
Bueno, lo que os estaba contando es que, aunque la mayoría de las veces consigo balbucear una triste excusa y hacerme la loca, últimamente ha habido muchas fisuras y unos cuantos extraños tienen mi número. Como consecuencia, últimamente recibo llamadas y mensajes extraños de: 1) M.G, un poeta frustrado , 2) Andrea, un italiano viejo (¡y que se llama Andrea!) y 3) un chico que se hace denominar "Javi el de los navajazos" (tipo Jack el Destripador).
El poeta frustrado cada vez que me habla parece que esté recitando el Romancero Gitano. El italiano...no comments, fue tan patético...! Le di un número falso y le dejé en el bar donde le conocí tan campante. Andé con mi amiga desde Sol hasta Ópera para irnos a una discoteca y de repente me giro y oigo unos resoplos. El tío no había apuntado bien ese número falso y me había estado siguiendo todo el camino corriendo y gritando mi nombre por lo visto (no lo oí porque seguramente el nombre que le di también era falso). Total, que me giro y estaba el hombre sin resuello, arrastrándose de cansancio por la carrerita que se había pegado. Así que al final le di mi número verdadero porque me dio un ataque de culpabilidad de que se hubiese jugado la salud por conseguir mi teléfono, corriendo por las calles de Madrid a su edad y gritando algún nombre absurdo como Regina Falangi, Perla o alguna de mis otras identidades falsas.
Javi "el de los navajazos" es un personaje que me contó que se había visto involucrado en una pelea contra unos ultrasur y por ese motivo tenía todo el pecho lleno de navajazos (para demostrármelo se quitó la camisa en mitad de la discoteca, con el consecuente bochorno de que la gente se pensara que estábamos haciendo guarradas). Le di mi número verdadero porque la historia era una auténtica tragedia y me dio pena: la pelea, su hermano en el hospital...y encima los navajazos le habían arrancado un trozo de hígado y no podía beber alcohol (en esta parte de la historia Epi casi llora, para ella el alcohol es sagrado).
Conclusión: tengo miedo de contestar al móvil cada vez que llama un número desconocido Y necesito refrescar mi colección de excusas.
Por otro lado, es divertido que te llame algún pretendiente de vez en cuando, aunque este pretendiente solo hable con rimas, o aunque le hayan abierto en canal. Eso sí, lo de las faltas de ortografía ME MATA. Me he dado cuenta de que para mí un chico que escribe con faltas de ortografía es el anti-morbo-total. Me referiero a faltas de ortografía graves como "henamorado", "te hecho de menos" o "haber si nos vemos". AAAAAHH! ¡No puedo soportarlo! También me molesta cuando la gente te escribe por facebook o por email con muchas "k"s: "estoy en kasa komiendo un kolakao". ¿¿¿Qué les cuesta escribir bien???? ¡¡¡No es como si se estuvieran ahorrando ninguna letra!!! En fin, delirios de traductora y amante de las letras.
Os dejo guapos y guapas
Mejor mal acompañado que solo- Nietzsche
No sé qué me ocurre últimamente que he perdido mi don de "hacerme la loca".
Os explico: yo antes tenía un don. Cuando un cansino/psicópata/depravado o las 3 cosas a la vez intentaba ligar conmigo, mis habilidades me permitían esquivarle y muy sutilmente declinar sus ofertas de salir a cenar o negarme a darles mi número de teléfono con excusas ingeniosas, llenas de color y originalidad. Sabía decir "no" de una manera elegante, sutil, de modo que no se sentían ofendidos, sino felices y valorados.
Sabía cómo llevar la conversación por derroteros insospechados, desviar la atención creando algún tipo de distracción (un truco que siempre funcionaba era empezar a bailar reggaeton like a real bitch).
Eran unos poderes muy útiles.
Pues resulta que he perdido ese don y últimamente voy repartiendo mi número de teléfono a regañadientes al primer mameluco que me lo pide. Y sé que hay mil excusas y triquiñuelas que podría utilizar pero una de dos: o me he vuelto demasiado vaga como para esforzarme en mentir y doy mi número para quitarme el problema (aunque el problema es MUCHO MAYOR al día siguiente, cuando intentas pasar tu resaca lo más humanamente posible y te llaman personas cuya imagen aparece pixelada en tu recuerdo) O BIEN he utilizado todas las excusas tantas veces que ya de tanto repetirme me suenan ridículas y demasiado falsas (estoy pasando por una crisis creativa).
Y es que últimamente siempre que intento escaquearme digo una chorrada tan grande que incluso a veces insulto a la inteligencia de las personas.
EJEMPLO: conocí a un sudafricano cuya excusa para no darle mi número fue: "¿por qué no en vez de intercambiar números tocas la vuvuzela y yo ya si eso cuando lo oiga acudo a tu encuentro??"
Jajajajajaja un poco más y le trato de salvaje por la vida. Lo peor es que al hombre le encanté porque es que me acaparó y no me soltaba ni con agua caliente. Mientras hablaba con él, intentaba que la conversación muriera para poder irme con mi mi amiga, que se lo estaba pasando pipa con unos pivones. Tras muchos intentos, conseguí zafarme lo más educadamente posible y después de 2 minutos (2 MINUTOS POR DIOS) sin hablarle, se me acercó ese hombre hecho y derecho de 38 añazos con una lagrimilla en el ojo llorándome: "Are you upset with me? Why don't you talk to me????"
¬¬
...
Mi respuesta: BE A MAAAAN!!!!!!
También dar un número falso (mi opción favorita) se está volviendo muy difícil, puesto que los chicos ya se conocen ese truco y siempre te avisan de que te van a hacer una perdida en ese mismo minuto, mientras sostienes el móvil en tu mano como una idiota.
Y mucho me temo que "el truco del destino" se está volviendo demasiado internacional y muchos chicos se lo conocen ya o, por lo menos, sospechan que algo no cuadra.
Bueno, lo que os estaba contando es que, aunque la mayoría de las veces consigo balbucear una triste excusa y hacerme la loca, últimamente ha habido muchas fisuras y unos cuantos extraños tienen mi número. Como consecuencia, últimamente recibo llamadas y mensajes extraños de: 1) M.G, un poeta frustrado , 2) Andrea, un italiano viejo (¡y que se llama Andrea!) y 3) un chico que se hace denominar "Javi el de los navajazos" (tipo Jack el Destripador).
El poeta frustrado cada vez que me habla parece que esté recitando el Romancero Gitano. El italiano...no comments, fue tan patético...! Le di un número falso y le dejé en el bar donde le conocí tan campante. Andé con mi amiga desde Sol hasta Ópera para irnos a una discoteca y de repente me giro y oigo unos resoplos. El tío no había apuntado bien ese número falso y me había estado siguiendo todo el camino corriendo y gritando mi nombre por lo visto (no lo oí porque seguramente el nombre que le di también era falso). Total, que me giro y estaba el hombre sin resuello, arrastrándose de cansancio por la carrerita que se había pegado. Así que al final le di mi número verdadero porque me dio un ataque de culpabilidad de que se hubiese jugado la salud por conseguir mi teléfono, corriendo por las calles de Madrid a su edad y gritando algún nombre absurdo como Regina Falangi, Perla o alguna de mis otras identidades falsas.
Javi "el de los navajazos" es un personaje que me contó que se había visto involucrado en una pelea contra unos ultrasur y por ese motivo tenía todo el pecho lleno de navajazos (para demostrármelo se quitó la camisa en mitad de la discoteca, con el consecuente bochorno de que la gente se pensara que estábamos haciendo guarradas). Le di mi número verdadero porque la historia era una auténtica tragedia y me dio pena: la pelea, su hermano en el hospital...y encima los navajazos le habían arrancado un trozo de hígado y no podía beber alcohol (en esta parte de la historia Epi casi llora, para ella el alcohol es sagrado).
Conclusión: tengo miedo de contestar al móvil cada vez que llama un número desconocido Y necesito refrescar mi colección de excusas.
Por otro lado, es divertido que te llame algún pretendiente de vez en cuando, aunque este pretendiente solo hable con rimas, o aunque le hayan abierto en canal. Eso sí, lo de las faltas de ortografía ME MATA. Me he dado cuenta de que para mí un chico que escribe con faltas de ortografía es el anti-morbo-total. Me referiero a faltas de ortografía graves como "henamorado", "te hecho de menos" o "haber si nos vemos". AAAAAHH! ¡No puedo soportarlo! También me molesta cuando la gente te escribe por facebook o por email con muchas "k"s: "estoy en kasa komiendo un kolakao". ¿¿¿Qué les cuesta escribir bien???? ¡¡¡No es como si se estuvieran ahorrando ninguna letra!!! En fin, delirios de traductora y amante de las letras.
Os dejo guapos y guapas
Mejor mal acompañado que solo- Nietzsche