PSICOSIS

Como ya os he contado en entradas anteriores, tengo un nuevo amigo brasileño. Reconozco que en un principio, el chico me ilusionó: es guapo, encantador, músico (a mí los artistas me tiran mucho, siempre me atrajo la vida bohemia), atento, con buenas intenciones, BRASILEÑO (ya sabéis que los extranjeros me chiflan, y ese toque latino y pasional... no me desagrada jeje), con una vida interesante, buena gente, etc, etc.

SIN EMBARGO en ocasiones me asusta. Me encuentro en un momento de mi vida en el que lo último que busco es un compromiso con nadie, acabo de salir de una relación larga y bonita, y necesito tiempo. Parece mentira, con la cantidad de chicos que hay por Madrid que huyen despavoridos de las relaciones y me tengo que topar yo con el único con intenciones serias: me llama constantemente, me ha puesto apelativos cariñosos, me dice que me ha cogido mucho cariño...(solo nos hemos visto dos veces, por Dios!!).

Os voy a ilustrar con un par de ejemplos para que os deis cuenta de lo escalofriante de la situación:

SITUACIÓN 1: (jugando a leernos las líneas de la mano)
Brasileño: esta línea taaaaaaan larga, simboliza todo el tiempo que vamos a estar juntos...

(Si queréis saber lo que oí en mi cabeza tras escuchar esas palabras, pulsad "play")

SITUACIÓN 2: (tras descubrir que el bajista con el que se había liado Viki estaba secretamente casado...:S uish!)

Yo: (preocupada) oye...eeeh...tú....¿¿¿no estarás casado también????

Brasileño: no..............¡¡pero me encantaría!!

(en este momento, además de la música de "Psicosis" en mi cabeza, la imagen se vuelve en blanco y negro y casi me parece distinguir el brillo de los ojos de Norman Bates en los suyos...ñi ñi ñi ñiiiiii).

Sé que es exagerado, según Viki debo relajarme porque seguramente este chico no sabe cómo funcionan las relaciones aquí en España, y como es latino, pronto se cansará de mí y se irá con otra (que pasen de mí tampoco es la perspectiva ideal, pero bueno, en todo caso es mucho mejor que vivir en una película de terror).

Y la verdad es que el chico está claro que tiene muchas virtudes, de hecho se lo rifan. Una brasileira que yo solo conocía de vista porque frecuenta el bar donde toca el grupo, me llevó un día a un rincón y me soltó en mi propia cara que estaba enamorada de él pero que era amor no correspondido. Fue un poco extraño, no supe cómo comportarme, aunque la chica no parecía que lo hiciera con mala intención, más bien como que me dio su bendición (lo que no me pase a mí...)

Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol- Martin Luther King.